Vittorio De Sica, el neorrealismo en pasta
De Sica, el del neorrealismo italiano
Este gran director de cine que le aportó al neorrealismo italiano “Ladrón de bicicletas” una de las diez mejores películas jamás filmadas se graduó como contador. ¿Quién iba a decir que en lugar de dedicarse a los números iba a terminar en Roma haciendo películas que hoy son un espejo de la vida tan dura que se vivió en la Italia de aquellos años de guerras y entreguerras? Lo hizo y lo hizo tan bien que llegó a convertirse en el portavoz de los pobres y los humildes. la película “Ladrón de bicicletas” de 1948, cuando narra el drama de un padre y un hijo por sobrevivir en la miseria, lo que cuenta es la cruda realidad de un país hundido y deshecho.
¿Óscares? Los que quieras. Gano cuatro, por no hablarte de Palmas ni Globos de Oro que le dieron. No vamos a mencionar su buen cine como “El Limpiabotas”, “Milagro en Milán”, “Umberto D” y «Estación Termini». Ni siquiera vamos a mencionar las otras películas que dirigió cuando se alejó del cine “de autor” y se embarcó en proyectos más comerciales con figuras deslumbrantes como Sofía Loren y Marcello Mastroianni.
Con los años regresó a hacer su cine más personal, y hubiera hecho más obras maestras –si cabe- pero en 1973, cuando estaba rodando “El viaje” le dio una gripa fea que un año después lo mató en un hospital de París, adonde había ido para el estreno de aquella, su última película.