Thoreau o la desobediencia civil

Thoreau, uno de los fundadores de la literatura estadounidense y precursor de la desobediencia civil.
Henry David Thoreau
Este hijo de un fabricante de lápices nació en Concord, Massachusetts. Era buen negocio eso del grafito porque Thoreau estudió en Harvard. No era la Harvard de hoy porque ocupó el puesto de maestro en la Escuela Pública, pero renunció porque se oponía a repartir castigo corporal entre sus alumnos. Con su hermano John abrió la Academia de Concord donde impartieron enseñanzas progresistas que incluían caminatas por la naturaleza. Y hubieran hecho historia pero una mañana John se cortó cuando se afeitaba, enfermó de tétanos y acabó muriendo en brazos de Henri.
Escribió ensayos y poemas y se convirtió en un filósofo de la naturaleza, un trascendentalista que sostenía que el estado ideal del espíritu se logra más por intuición personal que por doctrina religiosa. Por supuesto entró en depre, y para quitársela de encima se construyó una cabaña en el pantano de Walden para escribir y observar la naturaleza. Fue cuando escribió “Walden” uno de los textos de no ficción más famosos escritos por un estadounidense. En esa época lo metieron en la cárcel porque dijo que no pagaba impuestos a un país esclavista que además estaba en guerra con México. Solo estuvo un día, pero fue suficiente para escribir su ensayo “Desobediencia civil” un método de protesta que más tarde adoptaría Mahatma Gandhi para hacer su revolución en la India.
En sus últimos años escribió en sus diarios sus observaciones de la naturaleza, y en esas pesquisas andaba cuando una noche lo agarró una lluvia tupida que le alborotó la tuberculosis que le habían diagnosticado un cuarto de siglo antes. “Ahora viene la buena navegación” fue lo que dijo antes de entregar el equipo. ¡Bon voyage, Monsieur Thoreau!